sábado, 25 de octubre de 2008

Entrevista Los hijos de aliens

Nota de la revista "Los inrockuptibles" de Enero de 1997 a Cristian Aldana:
Con el grupo sentimos que estamos creciendo, que el camino es claro. Si bien en algunos momentos uno no sabe bien hacia donde ir, tuvimos varias opciones. Podríamos haber entrado en una compañía multinacional. Sin embargo, somos independientes.
Cuando tuvimos la oportunidad, no accedimos. No nos parecía. Creo que hemos tomado el camino mas duro (risas). En el futuro, ese sacrificio va a ser mucho más grande. Para nosotros, tiene mucho valor. Cuando vamos a grabar, lo hacemos con unas ganas tremendas y sentimos que nos estamos rompiendo el culo por algo propio. Calculo que en el futuro vamos a mirar para atrás y diremos: "Mira que bueno todo lo que hicimos, que de abajo que somos"


¿Cuándo apareció el rock por primera vez en tu vida?
Desde chico escuchaba rock: Queen, Kiss, los grupos que escuchaban mis compañeros en la primaria. Me acuerdo que me peleaba con ellos porque les encantaba Kiss. Y cuando me preguntaban que grupo me gustaba, primero decía ABBA y entonces me daban una manteada. A partir de esto, me empezó a gustar Kiss. Siempre fui bastante abierto (risas).
¿Qué te fascinaba del imaginario rockero?
No me veía como músico en aquella época. Todavía no tocaba la guitarra, recién empecé a los 12 o 13 años. No pensaba en ser una estrella de rock. Es más, todavía sigo sin pensarlo. A esa edad, con mi hermana hacíamos canciones de cualquier cosa, ella en el teclado, yo en la guitarra. No habla ideología, ni coherencia.
Cuando conocimos el punk rock, tomamos conciencia de lo que era la música, su para que. Y nos dimos cuenta de que era para descargarse. Con el punk rock abrimos los ojos, vimos
la música de otra forma, empezamos a crecer. Era una época en la que había muy poca información. Yo escuché hablar de los Dead Kennedys y recién al año y medio conseguí un cassette. No era fácil acceder a ese tipo de material, había pocas disquerias especializadas. Conocías a Joy Division, a Bauhaus –te encantaban los nombres- pero no lo habías Escuchado. Quizás te gustaba, aunque fuese una mierda, porque nadie lo tenia.
Si encontrabas a una chica o a un chico por la calle y hablabas de música, era seguro que si te nombraban a Bauhaus, te hacías amigo por eso. En general, si preguntabas: "conoces a Joy Division?: nadie entendía nada.


¿En la primaria, eras de los que hacían lío?
En quilombero, pero más que nada bastante sexual. Todo se inició con una historia que tuve con una vecinita. Ella quería que nos toquemos la cola y yo le dije que no. Después, cuando me convenució, empezó a gustarme, pero ella no quería más. Y le decía todo el tiempo: "Dale, toquémonos la cola"(risas). Como yo quería seguir, lo llevé al colegio. Convencí a una compañera de ir al baño. No lo pude aguantar y se lo conté a mis compañeros. Estabamos en la hora de Actividades Prácticas, la chica tenia una pollera y todos los chicos iban a baño a tocarla. La piba se quedaba repiola. De golpe se juntó una barra impresionante y justo cuando voy a meter la mano, aparece la maestra que dice: ¿que están haciendo?· No sabia dónde meterme. Mi mamá y el colegio me hablaron. Me Llenaron la cabeza con que eso era pecado y yo sentí una culpa regrande. Hasta una maestra particular de Lengua que estaba por casarse me decía que antes del matrimonio no podes hacer nada. Me quedé con eso en la cabeza. Una noche -mis viejos, si bien estaban separados, a veces se juntaban los fines de semana-, escuché ruido en la habitación de ellos y me agarraron unos celos terribles por mi vieja. Me levanté despacito y fui gateando hasta el dormitorio, entre a la habitación y los vi. No lo podía entender. Grite: ;Hijo de puta". Lloraba y ellos no entendían nada. Abrí la puerca y corrí, con mi viejo detrás. Cuando me alcanzó, me dijo que estaba haciendo feliz a mamá. Yo lloraba y le decía que eso no se podía hacer. Tenía 11 años. El me decía que en cl futuro lo iba a entender, y recién ahora lo comprendo.


¿Cómo té relacionás hoy en día con lo prohibido y el pecado cuando ya te diste cuenta de que no son ni tan prohibido ni tan pecado?
Voy rompiendo barreras. Es como con La droga, no podes volver atrás. Te vas metiendo, metiendo, y después queres siempre lo mismo. Con las chicas pasa algo parecido. La primera vez simplemente lo haces y todo termina ahí. Después aumentás: 5 chicas, una fiesta. Es como una droga. Si yo me drogara iría hasta lo ultimo. No solo con el sexo soy extremista. Todo lo que pienso es extremista y eso es malo. Pero por ahora es la única forma de vivir que conozco.

Con respecto a las chicas, ¿ formar parte de El Otro Yo tiene sus Ventajas?
Siempre tuve suerte con las chicas. Tenia terror de que me corten el rostro. Cuando pude quebrar con eso -lo rompí haciéndome el payaso para no sentirme disminuido-, me fue cada vez mejor. No tenia prejuicios, lograba hablar con la que me gustaba. Era una persona muy tímida, pero tiré abajo la barrera de la timidez; aunque a veces me vuelve cuando veo una chica que me gusta mucho. Volves a la época del boludo que no puede hablar.


¿Sos el ejemplo vivo de aquel que sale del barrio y ve que pasa afuera?
Fui a centro por primen vez para ver recitales gratis, esos recitales grandes del Día de la Primavera. Pero el recital que más recuerdo es el de Enema y Todos Tus Muertos, un domingo, en Cemento. Se puede decir que ahí conocí la movida de los grupos de la Capital. Ya estaba a tanto de la movida. de los grupos del sur: Juana La Loca, Copiloto Pilato, o los Pastreleros, Salto Al Vacio, Rebecca y los Pennes, que se juntaron y armaron Los Brujos. Nos conocíamos todos. En ese momento nadie ponía tantas malas palabras en una letra. Yo tocaba en Los Apáticos, uno de los primeros grupos de punk rock del sur. En esa época formaba parte del publico. Iba a la puerta de Cemento a pedir que me dejaran entrar por menos plata. Por eso entiendo a los pibes que van a los recitales y quieren entrar mas barato a pesar de que vivimos de las entradas.


¿El compilado Invasión 88 fue nuestro 77?
Fue el comienzo, para que las bandas de punk rock grabasen. Era el momento. Como ocurrió con Mentes Abiertas. Antes, igualmente, ya había pasado pero de otro modo. Los Violadores no estuvieron en un compilado sino que grabaron directamente el disco. Sumo también. Era otra posibilidad. En la época de Invasión 88, la única forma estaba en unir fuerzas entre varios grupos y sacar el compilado partir de esto salió Ataque 77. Creo que abrió las puertas hacia otros grupos. Pero El Otro Yo pertenece a su propio mundo, no está inserto en el mundo del punk rock.


¿Te despierta más confianza un rockero que una persona común?
Según como se acerque una persona común. Si viene porque conoce a mi grupo, no me interesa. Si no me conoce, puedo llegar a entablar un diálogo como dos personas desconocidas. Con un rockero me cuesta. Tiene que ser una persona atractiva. En general me gusta más la gente común. No siente cierta superioridad hacia todos los demás, propia de los rockeros. También me resulta difícil comunicarme con la gente que mira desde abajo. Siento que lo único que puedo hacer es utilizarla.


¿Cómo conviven en El Otro Ya del pop y esa suerte de derroche harcore?
Se trata del manejo de los extremos. La transparencia de mi hermana El salvajismo del baterista. Ahora mismo cada uno está haciendo su cassette solista y Ray -el baterista- me sorprendió. Se abrió hacia un camino inesperado, muy valiente. Fue hacia un lugar del que renegaba. Es rarísimo. Por mi parte, mi salvajismo tiene picos. Depende del día. Mi emoción pasa por el contexto.


En los 80 nos pusimos tecnos, ¿ y en los 90?
Es la explosión independiente. Hay muchos grupos que se están autofinanciando y eso va a pesar. Son como muchos Redonditos de Ricota proyectados hacia el futuro. Poder grabar y editar vos mismo representa cambios muy importantes. Es un momento de experimentación, hay mucha mezcla: el punk con el dark, y el heavy con el rap, ska con psicodelia.


¿Se desprenderá en algún momento El Otro Yo del estigma del descontrol y la negatividad?
No puedo salir de eso. Cuando hago una canción y viene la parte de la letra, no me sale nada positivo, algo que a veces me planteo.
No puedo terminar una historia alegremente del tipo la conocí, me casé, tuve hijos y fui para siempre feliz. Lo podría hacer pero seria algo irónico para mi.

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